Madrid es la tercera autonomía que menos dinero per cápita destina a la sanidad

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Madrid es, por tanto, la tercera Comunidad que menos dinero por habitante dedica a la sanidad: 1.103 euros, cuando la media de todas las regiones está en 1.288. El estudio de la FADSP se basa en el análisis de los presupuestos sanitarios que han aprobado los Parlamentos autonómicos y en los datos de población del censo del Instituto Nacional de Estadística a diciembre de 2010. La federación alerta de las «diferencias notorias» entre comunidades. El País Vasco, por ejemplo, destina a sanidad 1.563 euros por habitante. Baleares, 1.003 euros. La FADSP también destaca que, de media, las comunidades han rebajado sus presupuestos sanitarios por habitante con respecto a 2010 un 4,1%. «Son globalmente insuficientes», asegura el estudio, y «evidencian que la crisis la está pagando la sanidad pública». Esa insuficiencia, añade, «es mayor en aquellas comunidades con Gobiernos conservadores y en algún caso como el de Canarias experimentan una disminución muy preocupante». La disminución en los presupuestos sanitarios varía mucho entre comunidades. Canarias, por ejemplo, destina este año un 12,3% menos que en 2010. Madrid, en cambio, solo ha reducido el dinero por habitante un 0,45%. «El caso de Madrid es peculiar», explica el presidente de la FADSP, Marciano Sánchez Bayle. «El presupuesto sanitario per cápita desciende muy poco este año, pero es que ya era muy bajo». Además, añade, «se ve perjudicado por la apuesta del Gobierno de Esperanza Aguirre por la sanidad privada; los cánones de los nuevos hospitales se llevan buena parte del presupuesto sanitario». Mientras la aportación a la sanidad prácticamente se congela en 2011, la asistencia externalizada (el gasto en convenios y conciertos con entidades privadas y los cánones de los nuevos hospitales) se incrementa un 5,7% respecto a 2010, según los presupuestos de la Comunidad de Madrid. La FADSP recuerda también en su estudio que el salario de los empleados públicos ha descendido un 5% de promedio, lo que «en términos generales significa una disminución estimada del gasto sanitario de entre el 1,61% y el 2,5%».