El calor seca árboles de Madrid Río recién plantados

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La ribera verde de Madrid Río muestra manchas marrones. Son árboles secos que no han arraigado tras plantarlos el Ayuntamiento para inaugurar el parque. «La reposición está siendo constante para mantener su aspecto», dijo ayer Ecologistas en Acción.El Consistorio ve «normal el porcentaje de árboles que no sobreviven a la plantación», aunque no establecen una tasa concreta de mortandad. Un ingeniero agrónomo consultado por ADN analiza que los ejemplares pueden morir «por mal plantados o por estar en un suelo pobre».De la plantación no hay queja. Sobre el suelo, Juan García, de Ecologistas, explica que «se ha tratado de recrear un bosque de ribera, pero el río no abastece de agua porque no es permeable, es un envase de agua». Tras un metro de tierra, el piso se convierte en poliespán y cemento sobre los túneles de la M-30. «Haber colocado ejemplares de gran porte obliga a mayor aportación de agua para salir adelante», insiste Gómez. Con las altas temperaturas y el entorno granítico de muchas zonas del parque (que absorbe y devuelve calor), los árboles, simplemente, no aguantan. El Ayuntamiento calcula que en Madrid-Río hay 33.500 árboles. «Se reponen todos, ya sea en el momento o en época de plantación, en octubre», asegura un portavoz. Ahí radica el problema, porque no aclaran ni cuántos árboles ni cuánto dinero cuesta mantener la imagen de bosque del parque. Los ecologistas dicen que hay «pocas posibilidades de consolidación, lo que implica un gran coste». De hecho, los abetos colocados en lugar de los cedros centenarios muertos el año pasado están secándose. Uno ya se taló el viernes y otro está marrón hasta la mitad. Plantar cada ejemplar ha superado «los 1.000 euros» según los jardineros encargados.