Sol se vuelve a desbordar

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La Puerta del Sol de Madrid se encontraba llena de gente desde las 19.20 de la tarde. 40 minutos más tarde, cientos de personas seguían llegando a la cola de la manifestación madrileña del 15 de octubre, la calle Alcalá a la altura del Círculo de Bellas Artes, La convocatoria «Unidos por un cambio global», imaginada hace meses por las mismas redes que la del 15 de mayo, ya rebasa con mucho la alcanzada entonces, que reunió a cerca de 20.000 personas. A las 21:15 de la noche, no había estimaciones sobre la asistencia más allá de los 500.000 que circulaban por las redes sociales afines a la convocatoria. Sol rebosa ya de personas mientras se despliegan las primeras pancartas en los andamios de los edificios circundantes: «15-O: unidas por el cambio global», «Huelga general salvaje indefinida» o «No mas cielo abierto en Lacia», en referencia a la mina de cielo abierto de la provincia de León junto a la que acampó el 5-M este verano. La estatua de Carlos III vuelve a llenarse de mensajes escritos por la gente, según informa Marta G. Franco. La pancarta de la constructora San José ha sido retirada, mientras se van añadiendo otras. El programa de la jornada preveía una performance colectiva («el flashmob de la muerte») que consistía en miles de participantes echándose a la vez al suelo. Durante más de media hora no ha sido posible: es tal la afluencia que ha resultado imposible poner a toda la gente de acuerdo sin megafonía. Finalmente la acción sí se ha podido llevar a cabo. La concurrencia es tan grande que hay gritos para que la gente deje de usar los móviles, dado que la conexión 3G en la plaza (tecnología de acceso a internet para dispositivos de este tipo) podría impedir la conexión en directo prevista con otras plazas. Previamente ha podido actuar el coro de Sol (la Solfónica), mientras otro conjunto se dispone a cantar la 9ª Sinfonía de Beethoven ante toda la plaza. A las 22 horas está previsto que comience una asamblea en la plaza, en la que se pretende leer el manifiesto de la jornada para montar a continuación un debate en grupos más pequeños sobre los pasos que debe dar el movimiento.

De las asambleas a la multitud

Un poco después de las seis de la tarde habían confluído en la glorieta de Atocha las aproximadamente 10.000 personas que, organizadas en ocho columnas, se aproximaban al centro de la capital desde esta mañana. Allí se han encontrado con un gran número de personas (dificil de cuantificar a estas alturas) que han acudido a la convocatoria individualmente. Juntos han comenzado el cortejo hacia la Puerta del Sol, en un ambiente unitario, con la notable ausencia de banderas y símbolos partidistas. Mientras la manifestación aún avanzaba ha tenido lugar una performance realizada por el grupo/campaña Escudo Antimercados, que ha dado paso a una fase en la que el cortejo se encuentra detenido por la cantidad de personas que abarrotan ya la totalidad del recorrido.