Butarque, con el agua al cuello

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MADRID.- Como viene siendo habitual, los vecinos del barrio de Butarque en Villaverde, siguen asistiendo a las inundaciones que provocan que la Avenida de los Rosales, artería principal del distrito,se convierte en un «inmenso lago o canal de remo», como la denominan irónicamente los vecinos. Tras diez años esperando a que Transportes ejecute una reforma pendiente que debería, según el compromiso de la Concejalía de Transportes, haber empezado antes de las últimas elecciones autonómicas, como afirman los vecinos; cada vez que llueve sobre Madrid la situación se vuelve insoportable. La inundación periódica de la avenida provoca grandes retenciones de tráfico, anegación de garajes y cortes de aceras y, cuando todo pasa, queda «un reguero de desechos fecales, ratas muertas y todo tipo de desperdicios como compresas o condones diseminados por todo el barrio. Esto se debe, supuestamente, al colapso de uno de los colectores generales de la zona que hace rebosar el agua de lluvia liberando también las aguas fecales que recoge la red de saneamiento», sostienen los vecinos. Todo ello, se suma al lamentable estado que la calle presenta de por sí y que ha sido denunciado en numerosas ocasiones por el vecindario. Además de ser una vía insegura para el peatón, las viviendas anejas soportan ruidos que superan con creces los niveles máximos permitidos en la normativa municipal. Después de años de padecer esta situación, el vecindario dice no aguantar más. El pasado 24 de abril, la Asociación de Vecinos Independiente de Butarque (AVIB) volvió a denunciar estos hechos ante el Ayuntamiento de Madrid, presentando 2.800 firmas para la urgente reforma de la avenida, algo que resolvería este problema aunque dejaría otros pendientes. Hasta la fecha no ha habido respuesta por parte de los munícipes, en una situación de silencio administrativo que, según denuncia la asociación, es habitual.

‘Nos están tomando el pelo’

La entidad ciudadana se muestra sorprendida por el hecho de que, días después de presentar las firmas ante el Ayuntamiento, la avenida apareciera pintada con señalización «amarilla» de obra, cuando «no hay ninguna prueba fiable de que las obras vayan a comenzar en un plazo breve». Consideran que Transportes «está jugando a tomarles el pelo y su paciencia tiene un límite», advierten. Además, señalan que la sensación de abandono institucional por parte de las administraciones madrileñas aumenta en el barrio, donde a las legendarias carencias en equipamientos públicos, como centro de salud, biblioteca, escuela infantil o instituto, se suma la inaceptable situación de masificación de los centros de educación, y la insuficiente oferta de transporte público. Por último, AVIB indica que en su lucha por denunciar estas situaciones en beneficio de los vecinos y vecinas, está sufriendo la obstrucción y el acoso de la Junta de Distrito de Villaverde. El órgano municipal les ha denegado recientemente el uso de una sala vacía y desaprovechada del Centro Cultural, y la entidad sospecha que esto puede ser resultado de las advertencias del concejal Joaquín María Martínez Navarro (PP), que les comunicó que de no seguir los dictados del organismo que dirige, la Junta de Distrito pondría todas las trabas posibles al desarrollo, legítimo y democrático, de la actividad de la asociación de vecinos. AVIB sostiene que incluso ha recibido correos electrónicos amenazantes desde la Junta, en los que se les «exige» que modifiquen determinadas declaraciones públicas. Ante la situación de abandono del barrio y lo que los vecinos califican de «acoso de los representantes políticos del distrito», las vecinas y vecinos aseguran que no cejarán en su empeño por defender lo que no son más que los derechos de todos los vecinos y vecinas, por lo que desde el pasado día 9 de mayo han trasladado sus reuniones a un parque junto al Centro Cultural.