Ganadores del VI concurso de relatos breves de Butarque

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Historia de una edición del concurso de relatos atípica

A las puertas ya del otoño, con casi seis meses de retraso, procedimos a la entrega de premios a los ganadores del VI Concurso de relatos breves de AVIB. Durante estos meses esperamos a que la situación se calmase lo suficiente como para poder realizar el acto acompañado, al menos, de una pequeña celebración, del homenaje que siempre hemos creído que se merecen el esfuerzo y la voluntad de escribir. Fue en vano, por no haber ni siquiera hubo ocasión de que los ganadores se conocieran ya que acudieron en días distintos cumpliendo así la normativa de no reunir a más de seis personas en un mismo espacio.

La publicación de las bases del concurso coincidió con el confinamiento y nos pareció oportuno aprovechar una situación tan extraordinaria y anómala como era la obligación de permanecer en casa, para usarla como tema en esta edición. Llegaron relatos muy diversos, algunos reflexionaban sobre el momento que se estaba viviendo; otras personas lo utilizaban para crear ficciones; hubo narraciones que entendieron que la casa en la que permanecemos o que nos cobija no está compuesta de paredes, e historias que dejaron entrever que los confinamientos a veces nacen de nosotros mismos o que siempre hay pequeñas anécdotas o situaciones vitales que marcan límites mayores que el no poder salir de casa.

Queremos agradecer a todos las personas que han participado su colaboración, porque el conjunto de sus relatos representa con exactitud la diversidad con la que cada uno de nosotros se enfrenta no sólo a algo tan peculiar como lo que nos está tocando vivir sino a cualquier situación de la vida en general. Nos gustaría destacar que en esta ocasión ha habido tres características que han marcado la diferencia de este año con los anteriores: por un lado la naturaleza generalmente introspectiva de las narraciones; por otro que el porcentaje de relatos recibidos fue menor que en años anteriores, y finalmente que por primera vez hubo que dejar desierta la categoría juvenil ya que ningún menor de 18 años tuvo el impulso, la ilusión o el ánimo suficiente para sentarse frente a un teclado y armar una historia sobre un momento que añadía confusión a una etapa de la vida que ya es bastante confusa por sí misma como es la adolescencia. Tal vez era un cóctel demasiado difícil de digerir en un colectivo que, por su edad, necesita establecer lazos con sus iguales y que puede que se sintiera doblemente aislado.

 

Diferentes formas de afrontar la escritura

En la categoría de adultos el relato ganador fue ‘Amor en cuarentena’, una entrañable historia con un giro final en la trama, de Javier García. En la entrega del premio pudimos conocer a Gus, el perro que inspiró la historia. El autor nos contó que escribe por placer desde hace muchos años y que seguirá participando en nuestro concurso.

El relato finalista fue ‘El fallecido 167’, de Francisco García. El autor nos contó que ha asistido a varios talleres de escritura creativa y que participar en concursos le viene bien para “soltar mano”. De hecho no es la primera vez que participa en el organizado por AVIB, pero sí es la primera que gana. A ambos, vecinos del distrito de Villaverde, les animamos a que participen en la próxima edición y, si las condiciones por la COVID-19 lo permiten, serán invitados al acto de entrega de la séptima edición del concurso ya que en esta no han podido tener su merecido homenaje.”

 

Enhorabuena a todas y gracias a tod@s l@s participantes.