La «Nueva» Avenida de los Rosales se vuelve a inundar

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En el mes de noviembre, y con la ausencia de Esperanza Aguirre que, finalmente no se atrevió a dar la cara, la Consejería de Transporte de la Comunidad de Madrid inauguraba, con la boca chica, la reforma de la Avenida de los Rosales. Las obras, que se realizaban tras varios proyectos aprobados y rechazados y tras años de reivindicaciones vecinales, obviaban la mayor parte de las demandas del barrio tendentes a mejorar la seguridad de la vía, la movilidad peatonal y los aparcamientos. El presupuesto de las obras se había desviado, en el último proyecto aprobado, a la ejecución de una estación de bombeo de agua que debería solucionar las inundaciones existentes hasta la fecha. Y es que, tras las obras de la M-30, los colectores generales se habían ejecutado a una cota superior a los de la Avenida. Sin embargo, la ejecución de la estación de bombeo que ha supuesto la mitad del presupuesto de obra, sustraído del resto de actuaciones que se debieran haber ejecutado, no ha evitado que la Avenida de los Rosales vuelva a ser protagonista de encharcamientos y bolsas de agua que ponen en peligro la circulación rodada y pueden provocar daños en las edificaciones colindantes. Esta inundación, se une al atropello de una persona en un paso de peatones sin semaforizar ni elevar, y tres accidentes en la nueva rotonda partida, todos los sucesos consecuencia directa de los nuevos puntos negros que se han creado tras la desastrosa remodelación de la vía. Abandonadas las reivindicaciones vecinales por parte de la Comunidad de Madrid, con la excusa de los recortes presupuestarios, la estación de bombeo y la repavimentación de calzadas y aceras se muestra como una auténtica chapuza económica, técnica y social de cuyo únicos culpables son sus responsables políticos ¿ocurriría esto en el Paseo de la Castellana?