¡ Madrid Avisa ! En Villaverde (eso dicen)

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Los más de 200 vecinos que comunican diariamente al Ayuntamiento de Madrid una avería en el alumbrado, un socavón en su acera o un banco en mal estado tendrán a partir de mañana una razón más para quejarse si su aviso cae en saco roto. El alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, presentó ayer un servicio de incidencias en la vía pública que contará con 29 personas, 27 vehículos ecológicos, una aplicación informática específica y un coste de 1,2 millones de euros. El servicio está disponible a partir de hoy en los distritos de Usera, Villaverde, Carabanchel y Latina y no será hasta 2011 cuando se amplíe al resto de la ciudad. La inversión, prometida por el alcalde durante la campaña de 2007, servirá para agilizar el sistema de avisos e incidencias que ya existía desde 2005 y que tiene un presupuesto bianual de 795.142 euros. Hasta ahora, cuando los vecinos presentaban sus quejas -223 de media al día de 2004 a 2009- el técnico municipal acudía a comprobar la avería cuando podía -dos o tres días de media, según una portavoz- y de ahí a que la empresa encargada del mantenimiento lo reparase podían pasar meses. Así lo reflejan las decenas de quejas recibidas en el Área de Obras y Espacios Públicos en el último trimestre, que muestran la indignación de varios vecinos que han solicitado, hasta perder las formas, que se les reparen los baches y socavones que salpican las calzadas de sus barrios. El tiempo de respuesta municipal se reducirá ahora a 24 horas porque una cuadrilla de 25 inspectores se dedicará exclusivamente a comprobar y catalogar los avisos subidos en sus nuevos coches y motos ecológicos. Si la avería se considera urgente, porque implica un riesgo para el transeúnte, se emplazará a la empresa encargada del mantenimiento a que lo repare, si es posible, en un máximo de 72 horas. Una vez resuelto, prometen, el ciudadano recibirá un aviso de que el problema se resolvió. Eso sí, si la avería no es considerada importante seguirá los dilatados y burocráticos plazos habituales. Es decir, que «se arreglará más rápido aquello que pueda solucionarse más rápido», aclara una portavoz. Vecinos y oposición, que aplauden la medida si de verdad va a mejorar el estado de las más de 12.000 calles de la capital, creen que el servicio llega tarde. «Esto se tenía que haber hecho antes, porque este barrio está hecho un verdadero asco», clama Eugenio Brea, un vecino de Usera. Brea que a partir de hoy podrá probar la eficacia de la cuadrilla, aún se enfada cuando recuerda los 250 euros que se gastó en arreglar la rueda de su vehículo que reventó al pasar por la calle del Santuario (Usera). De que el barrio está muy mal también da fe su mujer, María Luisa Díaz, la presidenta de la asociación La Unión, en la que participan vecinos de la Colonia de los Almendrales, también en Usera. En apenas unos centenares de metros el matrimonio muestra el asfalto levantado en la calle de la Asunción y sus aledañas, adoquines sueltos y arrancados por cada una de las vías de la colonia, alcantarillas hundidas, alcorques demasiado profundos y hasta unas farolas, las del parque de la calle del Evangelio, que desde hace casi dos semanas permanecen encendidas día y noche. «Pero es que de todo esto ya llevamos quejándonos mucho tiempo. Desde enero hemos presentado alrededor de 10 quejas por escrito para que arreglen diferentes cosas del barrio, y solo han atendido dos en todo este tiempo», se lamenta la presidenta. En el distrito de Carabanchel la situación no cambia. «¿Desperfectos?», se asombra de la pregunta el presidente de la asociación de vecinos de Carabanchel Alto, Pedro Casas. «Muchísimos», responde. Y enumera una larga lista de calles y averías varias: asfalto en mal estado, baches, bases de parquímetros quitados que aún permanecen ahí, para incomodidad del transeúnte… Otros vecinos, como los de la asociación de Aluche, en el distrito de Latina, hartos de la indiferencia municipal, llegaron a cortar la calle disfrazados de operarios para arreglar de forma simbólica los baches de su distrito. «Llevan tres años sin asfaltar. Lo que se conocía antes como operación asfalto por aquí no pasa», denuncia Antonio Abueitah, presidente del colectivo. En la oposición critican que el servicio «urgente» llegue con tres años de retraso y advierten de que vigilarán los plazos. Izquierda Unida, que ha bautizado la iniciativa como «telebache dígame», da una credibilidad mínima o nula al servicio. «Durante estos años los baches y los desperfectos en la vía pública, principalmente de los distritos más desatendidos, han sido una de las reclamaciones más recurrentes de los ciudadanos y las reparaciones se retrasan meses», recuerda el responsable de Obras, Daniel Morcillo. «Nosotros vamos a darle un voto de confianza, pero vamos a vigilarlo. El problema es que esto se pone en marcha porque la ciudad está ya hecha un desastre», critica el concejal socialista José Manuel Rodríguez.