Un millón de madrileños bordean la pobreza y 40.000 viven con menos de 336 € al mes

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A Francisco Narro, de 55 años, le acaban de cortar la luz de su casa y tiene que «pasar la vergüenza de pedir dinero» a sus hermanos para poder pagar las facturas. «Cada gasto hay que mirarlo con lupa, no puedo permitirme perder ni un céntimo», explica. Su actual situación le llegó por sorpresa: en unas horas pasó de vivir «medianamente bien» a meterse «en un túnel sin salida». Hace un año, la empresa para la que trabajaba quebró y Francisco pasó a engrosar la estadística de ‘nuevos pobres’ madrileños. «Siempre me he sentido de clase media, sin lujos y yendo al día, pero sobreviviendo. Lo que nunca pensé es que tendría que andar pidiendo ayudas», lamenta. Hasta un millón de madrileños comparten el mismo drama. Es el número de personas que, según un informe presentado ayer por UGT-Madrid, están en riesgo de exclusión social al vivir por debajo del umbral de la pobreza. De acuerdo con la definición oficial del INE, están en esta situación todas las personas con ingresos inferiores al 60% de la renta familiar media (es decir, aquellos que viven con menos de 512 euros mensuales). Hasta hace un año, sólo aparecían en esta categoría personas de barrios marginales, inmigrantes indocumentados, gente sin techo, ex reclusos y toxicómanos. Pero la prolongación de la crisis ha ampliado los perfiles afectados: ya bordean la pobreza los parados de larga duración, padres y madres separados, mayores a los que no les llega la pensión y parejas jóvenes en paro y sin estudios. En un año, la cifra de personas en riesgo de exclusión se ha incrementado en un 23%, según cálculos de UGT. La familia es la salvación «Lo único que salva a estas personas de caer en la pobreza absoluta es la familia. Los parientes están cubriendo muchas de sus necesidades», asegura Vicente López, director del Banco de Alimentos de Madrid. Pero esa estructura familiar no siempre funciona. De ahí que haya cerca de 40.000 personas que ni siquiera se aproximan al umbral y necesitan percibir la Renta Mínima de Inserción (RMI). Esta ayuda, que presta la Comunidad, se concede a quienes ingresan menos de 336 a al mes. El 70% de los beneficiarios de esta prestación son desempleados, el 68% son mujeres con niños a su cargo y la mayoría son de etnia gitana. «Los cursos anticrisis de la Comunidad son un insulto a la inteligencia, es intolerable». Así se refiere el sindicato CC OO a los cursos organizados por el Ejecutivo regional para que las familias madrileñas aprendan a gestionar mejor sus economías. En su opinión, estas jornadas están llenas de «demagogia y populismo». Por su parte, la Consejería de Familia respondió que estos talleres están teniendo una acogida exitosa y que es el sindicato el que está cuestionando precisamente la inteligencia de aquellas personas que han asistido a los cursos».