El abandono del otro parque del Manzanares

1508

En un extremo de la capital, al norte, el río Manzanares está rodeado de praderas, juegos infantiles, pasarelas monumentales y hasta una ‘playa’. En el otro extremo, al sur, la estampa cambia radicalmente: la vegetación tiene un aspecto enfermizo, el mobiliario urbano está destrozado y el cauce desprende un desagradable olor a cloaca. En el extremo norte está Madrid Río; en el sur, la segunda fase del Parque Lineal del Manzanares (un corredor natural entre la Caja Mágica y el límite con Getafe). Las dos zonas verdes discurren a lo largo del mismo río y las separan menos de 10 kilómetros. Pero tienen una diferencia fundamental: Madrid Río es la niña bonita del Ayuntamiento, mientras que el Parque Lineal permanece olvidado. Los vecinos de Butarque (Villaverde), hartos «del desinterés político y la falta de conservación», han escrito una carta a la alcaldesa, Ana Botella, para pedirle «un proyecto de regeneración social, histórica, cultural y medioambiental del sur del Parque Lineal». «El parque tiene aspecto de escombrera, con basuras y vertidos que contaminan el río», describe Sonia, mientras pasea por la ribera. «Casi nunca vienen a limpiar, como mucho hay tres jardineros haciendo lo que pueden», protesta Antonio Abueitah, de la asociación de vecinos Independiente de Butarque (AVIB). Aguas malolientes En toda la zona verde no hay ni una luz y las farolas están arrancadas de cuajo. El único parque infantil que hay no se arregla desde hace décadas, con hierros oxidados y partidos. Los árboles están secos por falta de riego (el único agua que reciben es el líquido fétido que arrastra el río) y los propios vecinos tienen que organizarse para reforestar y limpiar la zona verde. Además, el parque está sitiado por el AVE, depuradoras e instalaciones eléctricas. Pese a todo, los residentes del barrio se conformarían con unos mínimos cuidados. «No queremos un parque de diseño como Madrid Río o la primera fase del Lineal. Nos gusta que tenga aspecto silvestre, pero con un mínimo de mantenimiento», apunta Abueitah. MADR_26_10_12.png